Cuando un yogurt está a punto de caducar, nos lo comemos sin hambre, se lo regalamos a la vecina para su “nene”, lo mezclamos con el pienso de nuestro perro o incluso hacemos un bizcocho para aprovecharlo; lo que sea para no tener que tirarlo.
Para combatir la actual crisis, según los “expertos”, hace falta que el dinero circule. Si unimos mi parte de matemáticas básica que no suspendí y mi parte literaria que me hace soñar, el resultado es una nueva economía basada en billetes y monedas con fecha de caducidad. Si ese billete o moneda no se gasta antes de su fecha de caducidad, se desintegra pasando a formar parte de un gran grupo: la nada. Justo lo que tienen muchas familias debido a la crisis: nada.
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