lunes, 27 de octubre de 2008

Soy un buen conductor

Soy un buen conductor. No importa que me meta en el primer carril de la rotonda. Increpo al coche de delante cuando no va a la velocidad que yo quiero, no a la permitida, sino la que yo marco con mi pie derecho. En ocasiones, me cambio de carril invadiendo la línea continua de color amarillo que indica que el tramo está en obras. Pero como es amarilla, no cuenta. Me encanta ir por el carril central de la autopista a 100km/h y que los demás me tengan que adelantar por la derecha. Insulto, hago gestos obscenos e incluso tiro cigarrillos por la ventanilla. Pero yo soy un buen conductor, pues soy hombre y lo llevo en mi ADN.

jueves, 2 de octubre de 2008

Ciudadanos educados

Hace poco que vivo en un pueblo pequeño donde la gente, mayor sobre todo, saluda al pasar por tu lado aunque no sepan quién eres o no vuelvan a ver tu rostro frente a ellos. Yo, tal y como me enseñaron mis padres, les respondo con la misma efusividad y el mismo respeto con el que ellos se dirigen a mí.

Yo no necesité una asignatura que me enseñara que debía esperar mi turno para hablar, no gritar, respetar a quien tuviera o no los mismos gustos o ideas que yo, ayudar a los demás en vez de fastidiarlos más… Pero soy consciente de que los tiempos cambian y yo tuve la suerte de tener a mis padres todas las tardes y fines de semana jugando conmigo y ayudándome a hacer los deberes. En cambio, hoy hay muchos niños que carecen de esa suerte y tiene que ser el colegio quien les enseñe todo lo que hay que saber sobre la vida. O, mejor dicho, todo lo que es correcto hacer a lo largo de nuestra vida.

Si el Gobierno ha decidido crear la nueva asignatura es que algo va mal, muy mal. Es triste que el vecino pique a tu puerta y te diga que tu hijo se porta mal. Pero, de todos modos, este es un paso atrás a una lucha muy duradera, liderada por la frase “la base de la educación está en casa”.